Entrevista a Santi y Gordo de Mujer Cebra

 

Cuando entrevisté a una de mis bandas favoritas en Agosto. Siempre estaré muy orgullosa de esta entrevista. 

Ahora si la pueden leer mejor, en un posteo no se apreciaba una mierda (aunque en un blogger pedorro no creo que se aprecie tanto). Es una versión recortada y llena de fragmentos de canciones de Cebra.




“Y tal vez ya esperé demasiado, Voy a tirarme a dormir” 

Dejarse llevar por el trance entre dos mundos: la realidad y el sueño, nos perdemos en esa ficción que nos hace respirar del mundo. 

Gordo:  Esos momentos al límite de dormir en los que estás en una especie de estado meditativo con una claridad mental extraña. las mejores ideas del universo surgen pero no las puedo anotar. El cuerpo no te lo permite.

Santi: Solo recordaba que había escrito algo en el celular y al meterme en notas,  “Nadie va a decir por vos” estaba escrito. Es lo único que sé.

Qué irónico que una vez terminado el día el único momento de luz es en un estado inconsciente. Frases, palabras, ciudades prendidas fuego. El sentimiento de plenitud, esa voz que nos muestra la llave a nuestro celda mental no depende de nuestro esfuerzo físico: el cuerpo está desconectado del alma y mente.

“Te pido por favor, que cuentes cuánto tiempo más pensaste en aguantar” 

Gordo: La sensación que te genera la canción, lo atás con la frase “Nadie va a decir por vos”. Despierta algo que tal vez sentís y no podés ponerle palabras hasta que de repente algo te lo destraba.

Las letras de las canciones nos hablan directamente, una carta con dedicatoria propia. Un secreto entre el artista y el oyente. La catarsis de uno es el consuelo del otro. No estamos solos. 

El arte no evoluciona, los sentimientos que acompañan prevalecen. 

El arte honesto, no tiene vencimiento, las emociones humanas son siempre las mismas.

Distintos puntos de vista. El efecto de las canciones desde la creación y el resultado. 

Punto de vista del ARTISTA.

Gordo: Es ejercitar la conexión del alma y el cuerpo de alguna forma. Es hermoso, también es como nuestra terapia. Es un buen efecto colateral. Decís algo de alguna manera para vos y de repente terminas ayudando a otra persona. Dejás un mensaje a través del tiempo y lenguaje que mientras más honesto sea, es más poderoso.

Santi: Mientras más metido estoy en ver, escuchar y leer cosas que me muevan, me es más fácil después sentarme con un cuaderno a escribir algo y que sea algo más. 

Muchas veces se apaga, no la cabeza sino el espíritu. Quizás me cargué tanto la mochila, de ladrillos y de mierda, que mi visión se empieza a nublar… La música para mí es una forma de sacarte todo eso de encima que quizás no podés decir, porque es una cuestión más espiritual que de la cabeza,

Punto de vista del OYENTE 

Clari (yo): Personalmente, me hacen realizar ideas que por cuenta propia no surgen. En vez de estar llorando sola, me siento acompañada entre tanta incertidumbre. 


“Otra vez ahogándome

Ya no puedo explicarte 

Ya no puedo explicar”

Es increíble cómo el miedo a la incertidumbre puede condicionar nuestra vida. Tendemos a reprimir emociones y acciones solo para no correr riesgo de fallar,  de caer en un abismo social. 

Gordo: Es imposible buscar seguridad en un mundo tan inseguro.

Santi: Son mecanismos de defensa inconscientes que se van armando desde la infancia y al querer romperlos de más grande, es muy difícil, te cuesta un orto saber lo que te pasa. 

Lo peor de esta idea falsa es que nos callamos para intentar conseguir un bien mayor y sucede lo contrario: una bomba que en cualquier momento, destruye todo. Ataques de ira, aislamiento, frialdad, apatía. 

Gordo: La pureza de uno es lo que es difícil sacar afuera, te deja completamente vulnerable al otro, te deja desnudo, a que alguien lo lea y te diga “qué pelotudo”. Mira lo que escribiste, sos un pobre, pobre diablo. 

Santi: Como cuando sacamos “Verano (sin personas)”, nuestro primer single,  me acuerdo sentirme raro, como si hubiese salido en pelotas a la calle. 


“¿Y dónde fueron hoy las cosas que perdí?”

Las pérdidas están presentes a lo largo de toda nuestra vida. Pérdida de objetos, personas, sentimientos, valores, etapas. 

No podemos escapar de ellas, son inevitables. Hasta el punto que nosotros mismos nos convirtamos en una. 

Santi: Uno no se acostumbra a los cambios en la vida. Hay que ir aprendiendo a manejar las emociones. Una barreteada, llega de imprevisto y nadie te enseña a llevarla. 

El camino que perdiste te deja en otro. Puede ser mejor o peor, pero es distinto, es  importante entender que probablemente no te vayas a bajar en el lugar que vos querías.

Somos humanos con problemas de humanos. Todos, en algún momento, padecemos de lo mismo. La diferencia es la perspectiva individual sobre estos cambios. 

Gordo: Todos perdemos cosas,  no te podés escapar de la pérdida de nada, de seres queridos, de parejas, objetos importantes, mascotas  y creo que es una forma de la vida de enseñar cosas. 

No sabes cuándo te llega pero yo creo que la vida es muy inteligente, las cosas pasan porque tienen que pasar realmente.

Santi: Por otro lado, no hay que quedarse con la justificación de que todo pasa por algo. Uno se tiene que poder llenar de bronca, tristeza hasta romperte la cabeza en una pared, partirte en pedazos y después, volverlos a juntar. 

Entendiendo que no es un camino de felicidad o de tristeza, que es todo y son momentos.


“Si el mundo deja de girar, para algunos todo sigue igual”

Argentinos, crudos, fríos y sufridos. 

Como las películas de Pino Solanas. Un escenario onírico, nostálgico y angustiante que refleja la crudeza del país. 



Santi: Somos descendientes de personas que viajaron solas en un puto barco. Llegaron a un lugar completamente distinto, en el que se hablaba otro idioma y vivían apelmazados. Se construyó una identidad nostálgica, de todo el tiempo pasado, está en el ADN.

Somos fatalistas, cada vez que estás contento saben que se va a terminar.

Sabemos cómo es vivir con el desasosiego de no saber que nos depara como país. Nos vemos modificados por situaciones ajenas a nosotros. Es muy difícil resistir y lo podemos ver día a día en la calle aunque muchas veces decidimos mirar para el costado. 

Naturalizamos el ‘malestar irremediable’ porque estamos tan hartos de lo nuestro que preferimos ignorar lo de otros. 

Santi: somos un país muy particular. Todo el tiempo estamos a medio de fuego. Estamos acostumbrados a que si vos no te vas de cabeza a algo, te digan que te falta sangre. Me parece que nos sobra sangre. 

Tenemos una búsqueda de que lo que nosotros hagamos llegue desde el arte y por el arte. No quiero llevar el mensaje de la banda a un plano tan literal. Pararte del lugar fácil, de “che, esto es una mierda” y no hacer nada, me parece una declaración pelotuda, voluntarista que sabés que va a causar impacto nada más. 

Estoy en un momento donde voy a ver el mundo prendido fuego desde la ventana, no sé qué va a pasar.


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